Eterno Segundo

Ahi sentado estaba un día,
faltaba ya poco para el abordaje
y ese largo y frío asiento
de aeropuerto me recordaba
el día en que en el mismo
lugar te vi partir.

Tan sumido en mi mundo
de recuerdo me encontraba
que sin darme cuenta
comencé a buscar tu rostro
entre la gente que pasaba
a mi alrededor como si
de verdad debías aparecer
en algún momento.

Todos pasaban con la ansiedad
de quien sube por primera
vez a un vuelo, y ahi estaba yo,
aún sintiendo el calor de aquel
último abrazo que nos dimos
antes de verte voltear y perder
tu silueta tras una pared.

Me preguntaba en qué estarías
en ese preciso momento, me
estarías también recordando
como yo a ti?, pero recordé que
un día me enseñaste que uno
no debe esperar cosas de las
personas, aunque igualmente
tenía fé de que así fuera, tal vez no.

Mis ojos abiertos miraban de
punto fijo y mi alma alzada
retrocedía en el tiempo buscando
tu calor y tu aroma para sentirme
más como en casa, más como
cerca tuyo.

Ahí estaba sentado esperando
el vuelo, y mientras tanto
mis recuerdos me llevaron
a los momentos mas hermosos
que tal vez ya había olvidado,
a los hermosos detalles que
ya jamás olvidaré,
me regalaron un eterno segundo,
un eterno segundo junto a ti.